Nadie combina mejor las emociones que The Weeknd. Su sonido puede ser luminoso (sobre todo en canciones como "Can't Feel My Face" o "Starboy"), pero tiene un ancla en la oscuridad. Sin duda, nos hace conscientes de que a veces el placer es dolor, y nos hace recordar que no se puede disfrutar una noche sin las consecuencias de la mañana siguiente. El cantante de Toronto Abel Tesfaye se embarcó en el proyecto en 2011 con una serie de mixtapes de R&B (recopilada un año después como Trilogy) en las que su predilección por las historias crudas con beats profundos ya se dejaba ver.

El resultado es ligero como una pluma y pesado como el plomo al mismo tiempo. Hijo de padres etíopes que emigraron a Canadá a finales de los 80, se ha convertido en símbolo del nuevo Toronto y parte de una comunidad musical en la diáspora. Entre sus álbumes, destacan el ganador del Grammy Beauty.


Behind the Madness de 2015, el exitoso Starboy de 2016 y After Hours, una colección densa y atmosférica de 2020". Abel Tesfaye ha pasado con habilidosa naturalidad de oscuro pionero del R&B a gigante del pop. Después de la huella profunda que dejó su trilogía de 2011 y sus cautivadoras contribuciones a la banda sonora de Cincuenta sombras de Grey("Earned It" y "Where You Belong") en 2015.

El artista conocido como The Weeknd desvela otra fabulosa colección de melodías electrizantes y atmósferas melancólicas. En Beauty Behind the Madness caben desde "Can't Feel My Face", con sus inflexiones vocales heredadas de Michael Jackson, hasta el ritmo hipnótico de "The Hills" y la serenata psicodélica "Often".

“Es bueno que exista la oscuridad, así nos sentimos mucho mejor cuando por fin llega la luz", frase que para The Weeknd significaba el escenario en el que se desenvolvería el álbum  Starboy. Esta visión es evidente en el contraste que existe entre el brillo del R&B galáctico que registra con Daft Punk y las texturas sombrías que salpican el disco como luces que se apagan en una discoteca. El LP está concebido como una experiencia con principio, desarrollo y final; una ambiciosa historia casi conceptual en la que el misterioso protagonista, no solamente es el alter ego del canadiense, sino el guía de un universo fascinante que hasta la fecha se sigue escribiendo.





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